El diseño y yo. Mi pequeña revancha.
2 Comments Escrito por Rodolfo on sábado, mayo 19, 2007 at 11:45 p.m..
Algunos pueden haberlo notado porque me la paso comentando el diseño y el rediseño de diarios.Algunos habrán entrado a éste blog a través de textos más íntimos o más políticos pero para los que no lo hayan notado a mi el diseño y en concreto eso que llaman el diseño de la información es algo que me apasiona. La otra filia gráfica que me posee es la de las tipografias. Aquí nunca lo he escrito, nunca lo he contado pero es que estos gustos en particular tienen como todo una razón de ser. En mi caso tres razones: el encuentro temprano con el proceso de producción de un periódico, mi encontronazo con diseñadores que saben usar el software pero no siempre diseñar, y por último llevarle la contraria a mi estimada profe de Artes Gráficas, la excelente Carmen Riera que cuando terminé el semestre en que vi su materia me dijo que se notaba que yo era bueno para la escritura, que tenía sentido de la información.Insinuando que lo mio definitivamente no era el diseño. Y lo confieso mis prácticas nunca fueron de las mejores.Asi que cada texto que escribo sobre diseño de la información es mi pequeña revancha.Este será el primero de una serie de textos de una pequeña celebración personal y es que en octubre cumplo 15 años de ejercer la profesión y que me paguen por ello. Pero empecemos por el principio.
1) El encuentro cercano con los procesos de producción:
Cuando en 1992 empecé a trabajar en un irreverente mensuario universitario, me tocaba hacer varias cosas además de escribir. Y una de ellas era el montaje de los artes finales.No, no la diagramación, eso vino poco después, sino el montaje. Teníamos una pequeña impresora laser que imprimía en hojas de tamaño oficio y me tocaba a mi pegar las hojas para convertirlas en el arte final tamaño tabloides desde las cuales se hacian las planchas, además de incorporarle las fotos ya tramadas. Fueron generalmente largas noches de rubber cement y confieso que en las ediciones aniversario uno terminaba gustosamente mareado (era un huelepega y no lo sabía). una vez que dejamos de mandar a tramar las fotos y descubrí que el escaner también escaneaba grises pues yo era el responsable de escanear todas y cada una de las imágenes que publicabamos. Ese sería mi primer encuentro con el diseño. Me tocaba ver todos los meses las páginas del periódico. Mi segundo encuentro sería el pagemaker 3.5 . Para aquél entonces nosotros diagramabamos todo el periódico en una Macintosh classic, que si mi memoria no falla tenía una pantalla de apenas 13 pulgadas ( y pensar que hoy en día conoce uno diseñadores que se incomodan por trabajar en una de 17 pulgadas). Para mi que en mis publicaciones estudiantiles hacia mis dos columnas a mano ( parte de mi formación fue fanzinera), y ubicaba el espacio para el texto y la imágen; el Aldus Page Maker fue todo un descubrimiento como también el photoshop. Podía recortar y pegar digitalmente.
2) mi encontronazo con los diseñadores.
Los cuatro gatos que hacíamos el periódico entonces también eramos como dije antes los responsables de su diseño y maquetación. Aunque cuando yo entré ya tenía desde luego un diseño. Sus carácteristicas: la numeración de las páginas era en palabras, no en números y en la parte superior y en el centro iba un recuadrito con el nombre del periodico,en la esquina externa iban las imágenes gráficas que identificaban a las secciones y que invariablemente eran hechas por un diseñador amigo (creo que cuando entré por la entonces esposa del dueño del coroto) además toda la página era bordeada por una fina línea. Pero con el tiempo nos vimos en la necesidad de rediseñar el periódico más profundamente fue allí cuando decidimos recurrir a los diseñadores. Para que nos dieran un cambiazo y que conseguimos. Bueno que nuestro periódico también fue escuela para algunos ;-) . Pero que también con la moda web no había tantos diseñadores que estuvieran estudiando que supieran de diseño para medios impresos. Asi que muchas veces mientras los diseñadores nos hacían sus propuestas gráficas, nos tocaba a nosotros enseñarle los detallitos: desde como hacer bien un pdf para impresión, cómo convertir los textos en curvas, que el tabloide que aparece por defecto en el pagemaker no es necesariamente el que nosotros usamos (luego de diagramadas todas las páginas), que el color negro, no es lo mismo que el negro registro y que no todo lo que se ve tan bonito en pantalla se ve necesariamente igual en papel. Cosas por el estilo. Cosas que por cierto también habíamos aprendido nosotros a los golpes.
Pero también yo empecé a notar que habían modas en el diseño. Modas que a veces eran como excesivas porque hacían que todas las publicaciones se parecieran (recuerden principios de los noventa internet no estaba tan establecido). Recuerdo en particular el rediseño que nos hicieran unos estudiantes de Prodiseño (hicieron uno para nuestro encarte musical y otro para el ya entonces quincenario. Me refiero aquí a éste último), y es que aunque el diseño tenía un particular atractivo: todo el concepto es que el periódico era una carpeta, de hecho las secciones estaban con tipografía tipo maquina de escribir pero los títulos, esa cosa que todo el mundo ve (en formata bold italic para más señas) en breve tiempo también las usarían: Radar (un suplemento universitario que hacía Urbe para El Universal), Estampas y nosotros. Pero no era solo la tipografía sino también la manera como estás eran tratadas. Siempre los títulos sobre recuadros u ovalos en diapo que se integraban a una línea vertical del lado externo de la página. Yo inistía que aquello con tanto parecido no le terminaba de dar una identidad propía al periódico y uno no dejaba de preguntarse porque tenía que haber tantos parecidos. Nos los cuestionabamos con los pelos en la mano. Para entonces en el periódico intercambiamos nuestra publicación con otras de Argentina, México, País Vasco, Chile, Colombia y todas se lo puedo aseguirar eran bien distintas una de la otra.
3) Llevarle la contraria a Carmen Riera.
De tanto lidiar/ trabajar con diseñadores me di cuenta de una gran debilidad y es que buena parte de los diseñadores no leen. Miran pero no leen, por eso uno casi nunca debe confiarles al revisión de un texto final, la incorporación de correcciones o si quiera la mirada final de un diseño que incorpora texto. La más de las veces no ven un sumario aunque tenga errores. Por eso la mirada final siempre la hacía un periodista responsable, que no es que no se le pudieran escapar errores pero al menos los más obvios se revisaban. Pero estas líneas no son para hablar de lo poco que leen la mayoría de los jóvenes diseñadores sino de que al darme cuenta de ello vi una oportunidad. Me dediqué yo a leer de diseño, de rediseño de la información, de tendencías gráficas, de infografías. Me volví un fiel lector de la web de la empresa de Mario García, fui subscriptor del boletín gratuito de Innovation mientras existió, me paseaba por el Poynter buscando textos que me pudieran interesar, luego descubrí un par de sitios dónde uno podía ver gratis las portadas, al menos las portadas de muchos diarios del mundo, le seguí la pista al diseño de Cultura/s, a Tentaciones y su transformación en EP3, o la revista femenina Donna en sus diversas variantes italana, española, y todo el proceso del WSJ, me bajo la revista digital de la SND méxico (Area 11), estoy pendiente de los premios Malofiej y de los NH. En el interín de tanto buscar me tropecé primero con un par de blogs: visualmente, y maquetadores dónde diseñadores de medios hablan de lo suyo, diseccionan tendencias, entrevistan gentes, opinan y deabten. y yo allí de mirón. Por supuesto de un blog uno salta a otro y ultimamente me he tropezado con Cuatro Tipos, Letritas y algunos más que se me escapan del tintero.
Y hay claro una razón que abarca todo lo antes dicho y otros cuentos que echaré en el futuro y es que siempre me he visto como algo más que un redactor. Especialmente cuando me di cuenta de mi diferenciada formación, yo a diferencias de la mayoría de la gente que egresa de una escuela conocía (y conozco) cómo se hace un periódico de pe a pa. Por que me ha tocado desde cobrar los cheques, llevar los artes finales, maquetear el periódico, organizarlo, conceptualizarlo como producto, hacerle edición a los textos, escribir el horóscopo, y sobre todo para mi el momento más especial me he manchado muchas veces las manos de la tinta de un periódico recién impreso. También lo he olido.
En fin hasta aquí por hoy. Les debo los enlaces. Pero con los nombres para eso está google.
1) El encuentro cercano con los procesos de producción:
Cuando en 1992 empecé a trabajar en un irreverente mensuario universitario, me tocaba hacer varias cosas además de escribir. Y una de ellas era el montaje de los artes finales.No, no la diagramación, eso vino poco después, sino el montaje. Teníamos una pequeña impresora laser que imprimía en hojas de tamaño oficio y me tocaba a mi pegar las hojas para convertirlas en el arte final tamaño tabloides desde las cuales se hacian las planchas, además de incorporarle las fotos ya tramadas. Fueron generalmente largas noches de rubber cement y confieso que en las ediciones aniversario uno terminaba gustosamente mareado (era un huelepega y no lo sabía). una vez que dejamos de mandar a tramar las fotos y descubrí que el escaner también escaneaba grises pues yo era el responsable de escanear todas y cada una de las imágenes que publicabamos. Ese sería mi primer encuentro con el diseño. Me tocaba ver todos los meses las páginas del periódico. Mi segundo encuentro sería el pagemaker 3.5 . Para aquél entonces nosotros diagramabamos todo el periódico en una Macintosh classic, que si mi memoria no falla tenía una pantalla de apenas 13 pulgadas ( y pensar que hoy en día conoce uno diseñadores que se incomodan por trabajar en una de 17 pulgadas). Para mi que en mis publicaciones estudiantiles hacia mis dos columnas a mano ( parte de mi formación fue fanzinera), y ubicaba el espacio para el texto y la imágen; el Aldus Page Maker fue todo un descubrimiento como también el photoshop. Podía recortar y pegar digitalmente.
2) mi encontronazo con los diseñadores.
Los cuatro gatos que hacíamos el periódico entonces también eramos como dije antes los responsables de su diseño y maquetación. Aunque cuando yo entré ya tenía desde luego un diseño. Sus carácteristicas: la numeración de las páginas era en palabras, no en números y en la parte superior y en el centro iba un recuadrito con el nombre del periodico,en la esquina externa iban las imágenes gráficas que identificaban a las secciones y que invariablemente eran hechas por un diseñador amigo (creo que cuando entré por la entonces esposa del dueño del coroto) además toda la página era bordeada por una fina línea. Pero con el tiempo nos vimos en la necesidad de rediseñar el periódico más profundamente fue allí cuando decidimos recurrir a los diseñadores. Para que nos dieran un cambiazo y que conseguimos. Bueno que nuestro periódico también fue escuela para algunos ;-) . Pero que también con la moda web no había tantos diseñadores que estuvieran estudiando que supieran de diseño para medios impresos. Asi que muchas veces mientras los diseñadores nos hacían sus propuestas gráficas, nos tocaba a nosotros enseñarle los detallitos: desde como hacer bien un pdf para impresión, cómo convertir los textos en curvas, que el tabloide que aparece por defecto en el pagemaker no es necesariamente el que nosotros usamos (luego de diagramadas todas las páginas), que el color negro, no es lo mismo que el negro registro y que no todo lo que se ve tan bonito en pantalla se ve necesariamente igual en papel. Cosas por el estilo. Cosas que por cierto también habíamos aprendido nosotros a los golpes.
Pero también yo empecé a notar que habían modas en el diseño. Modas que a veces eran como excesivas porque hacían que todas las publicaciones se parecieran (recuerden principios de los noventa internet no estaba tan establecido). Recuerdo en particular el rediseño que nos hicieran unos estudiantes de Prodiseño (hicieron uno para nuestro encarte musical y otro para el ya entonces quincenario. Me refiero aquí a éste último), y es que aunque el diseño tenía un particular atractivo: todo el concepto es que el periódico era una carpeta, de hecho las secciones estaban con tipografía tipo maquina de escribir pero los títulos, esa cosa que todo el mundo ve (en formata bold italic para más señas) en breve tiempo también las usarían: Radar (un suplemento universitario que hacía Urbe para El Universal), Estampas y nosotros. Pero no era solo la tipografía sino también la manera como estás eran tratadas. Siempre los títulos sobre recuadros u ovalos en diapo que se integraban a una línea vertical del lado externo de la página. Yo inistía que aquello con tanto parecido no le terminaba de dar una identidad propía al periódico y uno no dejaba de preguntarse porque tenía que haber tantos parecidos. Nos los cuestionabamos con los pelos en la mano. Para entonces en el periódico intercambiamos nuestra publicación con otras de Argentina, México, País Vasco, Chile, Colombia y todas se lo puedo aseguirar eran bien distintas una de la otra.
3) Llevarle la contraria a Carmen Riera.
De tanto lidiar/ trabajar con diseñadores me di cuenta de una gran debilidad y es que buena parte de los diseñadores no leen. Miran pero no leen, por eso uno casi nunca debe confiarles al revisión de un texto final, la incorporación de correcciones o si quiera la mirada final de un diseño que incorpora texto. La más de las veces no ven un sumario aunque tenga errores. Por eso la mirada final siempre la hacía un periodista responsable, que no es que no se le pudieran escapar errores pero al menos los más obvios se revisaban. Pero estas líneas no son para hablar de lo poco que leen la mayoría de los jóvenes diseñadores sino de que al darme cuenta de ello vi una oportunidad. Me dediqué yo a leer de diseño, de rediseño de la información, de tendencías gráficas, de infografías. Me volví un fiel lector de la web de la empresa de Mario García, fui subscriptor del boletín gratuito de Innovation mientras existió, me paseaba por el Poynter buscando textos que me pudieran interesar, luego descubrí un par de sitios dónde uno podía ver gratis las portadas, al menos las portadas de muchos diarios del mundo, le seguí la pista al diseño de Cultura/s, a Tentaciones y su transformación en EP3, o la revista femenina Donna en sus diversas variantes italana, española, y todo el proceso del WSJ, me bajo la revista digital de la SND méxico (Area 11), estoy pendiente de los premios Malofiej y de los NH. En el interín de tanto buscar me tropecé primero con un par de blogs: visualmente, y maquetadores dónde diseñadores de medios hablan de lo suyo, diseccionan tendencias, entrevistan gentes, opinan y deabten. y yo allí de mirón. Por supuesto de un blog uno salta a otro y ultimamente me he tropezado con Cuatro Tipos, Letritas y algunos más que se me escapan del tintero.
Y hay claro una razón que abarca todo lo antes dicho y otros cuentos que echaré en el futuro y es que siempre me he visto como algo más que un redactor. Especialmente cuando me di cuenta de mi diferenciada formación, yo a diferencias de la mayoría de la gente que egresa de una escuela conocía (y conozco) cómo se hace un periódico de pe a pa. Por que me ha tocado desde cobrar los cheques, llevar los artes finales, maquetear el periódico, organizarlo, conceptualizarlo como producto, hacerle edición a los textos, escribir el horóscopo, y sobre todo para mi el momento más especial me he manchado muchas veces las manos de la tinta de un periódico recién impreso. También lo he olido.
En fin hasta aquí por hoy. Les debo los enlaces. Pero con los nombres para eso está google.
Etiquetas: El periodismo y yo
Jaja debo decir que el título no le hace justicia al texto. No es una pequeña revancha, te vas sumando buena cantidad de puntos favorables a tu defensa.
En mi corto devenir periodístico (tus 15 años son un abuso en el buen sentido de la palabra) he aprendido mucho más la parte conceptual del diseño que el ponerlo en práctica. Quizás porque no me tocó trabajar con las herramientas rudimentarias, aunque más probablemente sea porque soy muy mala en la destreza manual. Entonces me ha tocado sugerir para la web,establecer como la parte conceptual y lidiar con la concepción de muchos diseñadores de que el texto debe adaptarse al diseño. En el medio digital tenemos como mayor libertad creativa para romper con ese paradigma. Y casi siempre, sobre todo para los proyectos especiales, tenemos la capacidad de proponer a partir del contenido que queremos publicar las posibles secciones y poner a rodar la creatividad en las mentes de nuestros diseñadores. Pero sí, comparto contigo ese criterio de que muchas veces uno termina haciendo varias cosas distintas a la vez que superan la redacción propiamente como tal, que ya bastante trabajo representa de por sí.
Interesantísimo post, como te digo, este blog es como una escuela de periodismo y comunicación...Saludos y abrazos!
jajajjaja, Gracias Regina ¿escuela de periodismo? jajaja, me encantaría. Un abrazo pa ti también,