Si, soy un niño mimado. Uno que siempre o casi siempre ha hecho lo que ha querido en casi todos los aspectos de su vida.En casi es la clave. Luna llena espectacular y falta sino me equivoco como 18 días para mi cumple. Mi trigésimo primer. Me siento estancado como nunca ¿serán los 30? No sé , no creo. Nunca he creído en eso. Tengo dos años sintiéndome así. Salvo pequeños ratos fugaces. Me cuestiono todo. Me pregunto si tiene sentido.Siempre he dicho que pensar hace daño y estos últimos días son aquellos en que los hago. Nadie cree en mi, no lo suficiente. Me creen frágil,ingenuo o quizás en el peor de los casos pendejo. Pero a veces resulta que uno tan solo quiere serlo. Que mi ingenuidad en muchas cosas sólo es un escudo a mi profundo escepticismo en tantas otras.Hoy con otra luna llena más desperdiciada me siento así como este poema... (si niña bella siempre paso del optimismo sin freno a la meláncolía)
Derrota Rafael Cadenas, 1963 (*)
Yo que no he tenido nunca un oficio que ante todo competidor me he sentido débil que perdí los mejores títulos para la vida que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución) que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos que me arrimo a las paredes para no caer del todo que soy objeto de risa para mí mismo que creí que mi padre era eterno que he sido humillado por profesores de literatura que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo que tengo vergüenza por actos que no he cometido que poco me ha faltado para echar a correr por la calle que he perdido un centro que nunca tuve que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo que no encontraré nunca quién me soporte que fui preterido en aras de personas más miserables que yo que seguiré toda la vida así y que el año entrante seré muchas veces más burlado en mi ridícula ambición que estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados que yo («Ud. es muy quedado, avíspese, despierte») que nunca podré viajar a la India que he recibido favores sin dar nada en cambio que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma que me dejo llevar por los otros que no tengo personalidad ni quiero tenerla que todo el día tapo mi rebelión que no me he ido a las guerrillas que no he hecho nada por mi pueblo que no soy de las FALN y me desespero por todas estas cosas y por otras cuya enumeración sería interminable que no puedo salir de mi prisión que he sido dado de baja en todas partes por inútil que en realidad no he podido casarme ni ir a París ni tener un día sereno que me niego a reconocer los hechos que siempre babeo sobre mi historia que soy imbécil y más que imbécil de nacimiento que perdí el hilo del discurso que se ejecutaba en mí y no he podido encontrarlo que no lloro cuando siento deseos de hacerlo que llego tarde a todo que he sido arruinado por tantas marchas y contramarchas que ansío la inmovilidad perfecta y la prisa impecable que no soy lo que soy ni lo que no soy que a pesar de todo tengo un orgullo satánico aunque a ciertas horas haya sido humilde hasta igualarme a las piedras que he vivido quince años en el mismo círculo que me creí predestinado para algo fuera de lo común y nada he logrado que nunca usaré corbata que no encuentro mi cuerpo que he percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido derribarme, barrer todo y crear de mi indolencia, mi flotación, mi extravío una frescura nueva, y obstinadamente me suicido al alcance de la mano me levantaré del suelo más ridículo todavía para seguir burlándome de los otros y de mí hasta el día del juicio final. | |
No creo que la hayas desperdiciado, si llegastes a regalarla!
Un abrazo
Touché. Tienes razón mujer maravillosa :-) Que mejor forma de no desperdiciar la luna sino ofrendándola a alguien que se quiere un montón.
Abrazo pa ti.
Profundo, triste, real, complejo, humano. Me gustó. Yo también he desperdiciado muchas Lunas.
Adoro ese poema, pero, a veces, prefiero olvidar que es por tamaña identificación con esas líneas. Creo, además, que es una excelente forma de continuar con aquel post sobre “equivocado”. Sólo tengo un reproche: una luna jamás se desperdicia cuando se mira, cuando se sabe de su existencia resplandeciente, cuando se sabe que es la promesa de una noche mejor. Pero que puedo decir, soy de las que prefiere la duda antes que la certeza, sobre todo, porque despierta las ganas de contradecirse a uno mismo.