Isabel renunció a Alo Ciudadano.Que mal estamos en éste país.No veo televisón casi desde fines de agosto del año pasado.Me parece terrible la intolerancia de la gente en la calle, que le hayan tirado un café encima, que le espicharan el caucho por estar empatada con Andrés Izarra.A Isabel no la conozco de nada quiero aclarar.Sólo la había visto en Aló Ciudadano. Me pareció siempre que era mejor que la chica que estaba antes.Hablaba mejor y parecía bastante menos perdida en la vida.En suma, parecía hacer bien su trabajo.
Yo confieso que lloré al escuchar y ver su renuncia.Me pareció más espantoso aún que se debiera,cómo me explicara luego mi mamá, a que Napoleón Bravo le sacó en su cara en vivo, directo y sin anestesia que ella era novia de Izarra. No lo ví pero me imagino la cara de ironía de Bravo al dejar a la Isabel desarmada.
Sí la cosa hubiera sido con una periodista más guerrera politicamente...a lo mejor se podría justificar un poco. Pero no, Isabel en su renuncia destilaba puro amor.Además ella como periodista no cubria la fuente del Ministerio de Información, ni en el programa le tocaba hablar al respecto.Yo soy de los que cree, que aunque en periodismo es dificil, que uno debe separar lo profesional de lo personal.Yo decidí hace rato que no considero amigos a mis posibles fuentes.Y aunque conozco a un gentio,tengo muy pocas consideradas amigas.Y cuando mis amigos me piden ayuda, cuando alguno me dice que lo ayude con una entrevista le doy tantas largas al asunto que no lo termino haciendo porque no me gusta.Trato de no ir a eventos sobre los que no voy a escribir porque trato de no tener "deudas", ni compromisos con ningún tipo de fuente. Porque esos pequeñitos detalles crean quieras que no, un tipo de compromiso.
Pero volvamos a Isabel. Pasa que con Isabel me siento identificado.Porque podría ser yo mismo.Si me interesa alguien, si me gusta alguien, lo primero que hago no es preguntarle por su filiación política.Aunque para mi lo que piense es reimportante, pero eso para mi se traduce más en principios que en otra cosa.Bl, por ejemplo, está con el proceso. Es super critica, no comparte un montón de cosas del gobierno pero si la ponen a elegir entre la oposición y el gobierno pues se queda con éste último (confieso aquí, que a mi si me ponen a elegir entre ambos, prefiero los extraterrestres).Pero yo no puedo evitar que me guste, que me interese, que me diga ¡dios que mujer tan de pinga! Cada vez que paso un rato con ella.Así que comprendo perfectamente a Isabel, pero lamento que haya renunciado, eso no hace sino poner en evidencia que somos cada vez más un país de intolerantes, un ex-país.Así ella no haya recibido presión de sus compañeros, ni del canal, ni de la emisora.La presión ( o la que calculó podía venir) de la calle debió ser intolerable ¡Que vaina! Hoy estamos un poco más jodidos que ayer.
Yo confieso que lloré al escuchar y ver su renuncia.Me pareció más espantoso aún que se debiera,cómo me explicara luego mi mamá, a que Napoleón Bravo le sacó en su cara en vivo, directo y sin anestesia que ella era novia de Izarra. No lo ví pero me imagino la cara de ironía de Bravo al dejar a la Isabel desarmada.
Sí la cosa hubiera sido con una periodista más guerrera politicamente...a lo mejor se podría justificar un poco. Pero no, Isabel en su renuncia destilaba puro amor.Además ella como periodista no cubria la fuente del Ministerio de Información, ni en el programa le tocaba hablar al respecto.Yo soy de los que cree, que aunque en periodismo es dificil, que uno debe separar lo profesional de lo personal.Yo decidí hace rato que no considero amigos a mis posibles fuentes.Y aunque conozco a un gentio,tengo muy pocas consideradas amigas.Y cuando mis amigos me piden ayuda, cuando alguno me dice que lo ayude con una entrevista le doy tantas largas al asunto que no lo termino haciendo porque no me gusta.Trato de no ir a eventos sobre los que no voy a escribir porque trato de no tener "deudas", ni compromisos con ningún tipo de fuente. Porque esos pequeñitos detalles crean quieras que no, un tipo de compromiso.
Pero volvamos a Isabel. Pasa que con Isabel me siento identificado.Porque podría ser yo mismo.Si me interesa alguien, si me gusta alguien, lo primero que hago no es preguntarle por su filiación política.Aunque para mi lo que piense es reimportante, pero eso para mi se traduce más en principios que en otra cosa.Bl, por ejemplo, está con el proceso. Es super critica, no comparte un montón de cosas del gobierno pero si la ponen a elegir entre la oposición y el gobierno pues se queda con éste último (confieso aquí, que a mi si me ponen a elegir entre ambos, prefiero los extraterrestres).Pero yo no puedo evitar que me guste, que me interese, que me diga ¡dios que mujer tan de pinga! Cada vez que paso un rato con ella.Así que comprendo perfectamente a Isabel, pero lamento que haya renunciado, eso no hace sino poner en evidencia que somos cada vez más un país de intolerantes, un ex-país.Así ella no haya recibido presión de sus compañeros, ni del canal, ni de la emisora.La presión ( o la que calculó podía venir) de la calle debió ser intolerable ¡Que vaina! Hoy estamos un poco más jodidos que ayer.
0 Responses to “”
Publicar un comentario