El periodismo y yo. La palabra precisa.
3 Comments Escrito por Rodolfo on domingo, junio 17, 2007 at 1:00 a.m..
Siempre digo que el periodismo es echar el cuento. Un cuento con muchas limitaciones. De espacio, de lenguaje y de tiempo para empezar. nosotros recreamos la realidad (o una parte de ella) con el lenguaje. No todo el mundo que lee, escribe o que es útil para escribir una información entiende que escribir periodisticamente es mucho más que poner unas comillas aquí o allá, que relatar un hecho con su 5wh, que desgrabar unas cuantas preguntas. Vamos de lo sencillo a lo complejo: los problemas de espacio ¿sencillo? Bueno ya veremos. A uno lo mandan a hacer una nota si tienes suerte ya sabes cuanto va a ocupar, sino te enteras cuando regresas de cubrir la información. Y claro no siempre las informaciones tienen el espacio que se merecen. Pero seamos honestos, no todas las posibilidades de notas son lo que uno espera y más de una vez uno va por una noticia y lo que hay es un caliche. Y al llegar toca de todos modos llenar el espacio.Y si la cosa es una nota que no vale mucho la pena de todos modos hay que escribirla para llenar el espacio (supongo que los de internet tendran otras complicaciones).Pero vamos uno va aprendiendo los metodos para completar las noctas calichosas con el tiempo.Generalmente se traduce en incorporarle el contexto al final de la nota y el contexto mi estimada gente son las noticias anteriores sobre el tema. También la experiencia me ha enseñado que a esas pequeñas notas calichosas puede darle una vuelta en la escritura. Escapando un poco del convencionalismo.Recuerdo cuando me tocaban guardías los domingos, generalmente en las mañanas los alcaldes nos regalaban actividades que nosotros debíamos convertir en noticias, en informaciones atractivas y para mi el asunto siempre fue un sabroso reto creativo. Sabía que esos días me podía poner un poco más creativo, darle un poco más de ambientación a la nota y no limitarme al puro dato. A eso que Bastenier llama la nota seca.
No hay nada más terrible que le manden a uno a editar una entevista de un entrevistado quisquilloso. O más bien como fue en mi caso de un entrevistado militaroso, un comandante de las FARC-EP. Mi primera entrevista a un comandante guerrillero, hecha en algún lugar de Caracas. La entrevista como corresponde la hice con preguntas bien argumentadas. Y hasta me dieron dos páginas para publicarla pero luego a la hora de montarla llegó la solicitud: Rodolfo las preguntas están muy largas. Bueno pero así las hice, que no, que hay que recortarlas y luego me tocó a mi editar esas preguntas sin que perdieran el espirítu de lo que había preguntado y sobre todo que la nueva pregunta no traicionara la respuesta que él me había dado. La cosa no estuvo fácil, dudé pero finalmente quedé bastante conforme con el resultado.
Una entrevista es siempre una representación. La representación de una conversación. No es de ninguna manera la conversación transcrita. La mayoría de la gente pasaría por idiota si uno se limitara a transcribir las grabaciones de la conversación . Porque los entrevistados suelen ser redundantes, disgresivos y/o mal hablados y eso de manera general se ve bastante mal cuando toca leerlo. Asi que uno tiene licencia para poner sinónimos, eliminar redundancias a menos que aporten alguna cosa, eliminar disgresiones que no aporten nada, recortar preguntas,condensar respuestas y hasta cambiar el orden de la conversación para hacerla más atractiva. Todo se vale menos traicionar lo dicho , el espirítu de lo dicho, en la conversación. Por todo eso uno como periodista solo cuenta con la ética para serle fiel (en lo que dijo) al entrevistado y al lector.Por eso uno debe estar siempre vigilante, de la coma, del punto y de la palabra precisa que puede llegar a ser tan apasionante.
No hay nada más terrible que le manden a uno a editar una entevista de un entrevistado quisquilloso. O más bien como fue en mi caso de un entrevistado militaroso, un comandante de las FARC-EP. Mi primera entrevista a un comandante guerrillero, hecha en algún lugar de Caracas. La entrevista como corresponde la hice con preguntas bien argumentadas. Y hasta me dieron dos páginas para publicarla pero luego a la hora de montarla llegó la solicitud: Rodolfo las preguntas están muy largas. Bueno pero así las hice, que no, que hay que recortarlas y luego me tocó a mi editar esas preguntas sin que perdieran el espirítu de lo que había preguntado y sobre todo que la nueva pregunta no traicionara la respuesta que él me había dado. La cosa no estuvo fácil, dudé pero finalmente quedé bastante conforme con el resultado.
Una entrevista es siempre una representación. La representación de una conversación. No es de ninguna manera la conversación transcrita. La mayoría de la gente pasaría por idiota si uno se limitara a transcribir las grabaciones de la conversación . Porque los entrevistados suelen ser redundantes, disgresivos y/o mal hablados y eso de manera general se ve bastante mal cuando toca leerlo. Asi que uno tiene licencia para poner sinónimos, eliminar redundancias a menos que aporten alguna cosa, eliminar disgresiones que no aporten nada, recortar preguntas,condensar respuestas y hasta cambiar el orden de la conversación para hacerla más atractiva. Todo se vale menos traicionar lo dicho , el espirítu de lo dicho, en la conversación. Por todo eso uno como periodista solo cuenta con la ética para serle fiel (en lo que dijo) al entrevistado y al lector.Por eso uno debe estar siempre vigilante, de la coma, del punto y de la palabra precisa que puede llegar a ser tan apasionante.
Etiquetas: El periodismo y yo
Con el tema del espacio se me olvidaba algo, y es lo dificil que es alargar o recortar una nota que ya tiene su propio tamaño. No el tamaño asignado sino más bien el tamaño que ella naturalmente tiene. Y es que muchas veces uno escribi lo que tiene que escribir porque no da par más y sn embargo hay que rellenar. O peor aun recortar.Peor porque a uno es lo que más le duele. Sobre todo cuando se trata de los textos propios.
me imagino que es dificil. mi forma de escribir en el blog es desparramada, y suelo escribirlo en un maximo de 15 minutos. Eso implica que cometos muchos errores, pero lo cosidero mejor ya que las cosas salen como las pienso, si las pensara no escribiria casi nada. No me imagino como es eso de tener tantas reglas y ademas que te censuren lo que escribistes debido a que era demasiado largo. tal vez por eso nunca pense en ser periodista y menos escritor. Creo que esa es mi contribucion a la humanidad, salvarla de otro periodista y escritor mediocre
jajjajaj. De la que nos salvamos entonces.Y bueno Luis, yo por estos lares también me dejo de reglas porque siempre asumí más éste blog como mi bitácora personal, la continuidad del diario que escribí por muchos años. Por eso la mayoría de los textos los público como salen de la cabeza. Aunque confieso que en quince minutos si que no me salen. Al menos no la mayoría.
Lo dificil es hacerlo bien y no conformarse con la rutina.